A veces lo mejor es..

Volver a lo básico

¿Cómo empezó SMARTLIGHT?

Visualice esta imagen: tres empresarios, cada uno con toda su energía y un gran amor por la innovación, se reúnen para pensar juntos cómo encontrar la respuesta a una pregunta definitiva: ¿qué queda por inventar que aún no se haya creado?

Y, como en cualquier discusión acalorada, el smartphone tiene una parte activa, siempre al lado de cada participante. Y de pronto---¡BINGO! La conclusión es clara para todos: no hace falta ir muy lejos para pensar en el próximo invento importante, la aplicación que excitará y electrificará al mundo... en vez de usar el “cerebro” del smartphone y crear otra aplicación con una tecnología sofisticada, ‘por qué no usar el propio teléfono para el uso más básico?

Así comenzó SMARTLIGHT, un invento cuya sofisticación se encuentra en su simplicidad; en su capacidad de proporcionar una solución inmediata para la necesidad básica diaria de todos los que aman el cigarrillo: un encendedor excelente y elegante que siempre los acompaña.

Tres hechos nos guiaron a lo largo del proceso de desarrollo: todos nosotros AMAMOS nuestros smartphones; los cuidamos y les damos su “propia identidad” a través del uso de aplicaciones que se adapten a nuestras necesidades.

Por eso, ¿qué le agrega SMARTLIGHT a la calidad de nuestra vida? No solo protege su teléfono sino que le agrega prestigio y belleza. También convierte al smartphone en la solución justa en el momento correcto: ¡la solución que ha estado esperando!

No escatimamos esfuerzos cuando desarrollamos el SMARTLIGHT; elegimos a los mejores profesionales para crear la combinación óptima de funcionalidad, comodidad y estética. El resultado es un estuche protector de la mejor calidad y a la moda, adecuado para todos los modelos de smartphone; el primero en una serie de desarrollos futuros en los que ya estamos trabajando.

El SMARTLIGHT es un dispositivo patentado que ya está siendo comercializado en todo el mundo. Porque, después de todo, ya sea que usted se encuentre en Japón o en los Estados Unidos, ¿no le apetecería encender un pitillo?

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